en la penumbra extensa del silencio
hacer que las entrañas hablen
hacerlas
reventar
contra la indiferencia transeúnte
que brote de las caras
el sebo brillante
de las frases
arrojadas
lograr que algunas lloren
se arrastren
llamen al péndulo con sus hijos encordados
(en algún momento estarán sobre ella)
gozar
hacer
palanca clavando la barreta entre pelo y pelo
diente y diente
nosotros/ellos
que resulte superficial
loar al universo
y sus vías
lecheras
cuando tenga la estrella en la palma
y comience a oír de sufragios
espantar al burgués
siendo un poco menos
burgués que él
por supuesto
caminarles sobre el rostro
andanadas
de aes! oes! úes!
porque una también se asquea
y llama al 107
entonces empieza a firmar
sus notas con nombre
fantasía
por si la poli
y la enfermera, y la enfermedad
y los carcamales
moderar
los impulsos acomodaticios
echar a las pajaruelas
poemas castos
(son los que muestro en la iglesia)
que hablan de miembro viril
de dios todopoderoso
sin necesidad de suplementos
combinar injurias
violar las reglas
matar a una discapacitada
de la risa
o qué creyeron?
recordar
mejores tiempos
cuando nos desaparecían
y comprábamos ropa en maiami
hacer todo
esto y
más
sin dejar de pensar
en sobras recalentadas
como recompensa
a la alegre manufactura
la poesía bien entendida
empieza por casa
no olvidar
treinta mil
uno.
hacer que las entrañas hablen
hacerlas
reventar
contra la indiferencia transeúnte
que brote de las caras
el sebo brillante
de las frases
arrojadas
lograr que algunas lloren
se arrastren
llamen al péndulo con sus hijos encordados
(en algún momento estarán sobre ella)
gozar
hacer
palanca clavando la barreta entre pelo y pelo
diente y diente
nosotros/ellos
que resulte superficial
loar al universo
y sus vías
lecheras
cuando tenga la estrella en la palma
y comience a oír de sufragios
espantar al burgués
siendo un poco menos
burgués que él
por supuesto
caminarles sobre el rostro
andanadas
de aes! oes! úes!
porque una también se asquea
y llama al 107
entonces empieza a firmar
sus notas con nombre
fantasía
por si la poli
y la enfermera, y la enfermedad
y los carcamales
moderar
los impulsos acomodaticios
echar a las pajaruelas
poemas castos
(son los que muestro en la iglesia)
que hablan de miembro viril
de dios todopoderoso
sin necesidad de suplementos
combinar injurias
violar las reglas
matar a una discapacitada
de la risa
o qué creyeron?
recordar
mejores tiempos
cuando nos desaparecían
y comprábamos ropa en maiami
hacer todo
esto y
más
sin dejar de pensar
en sobras recalentadas
como recompensa
a la alegre manufactura
la poesía bien entendida
empieza por casa
no olvidar
treinta mil
uno.
hermosisimo texto. te lo robo, y lo subo. abrazon.
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