CUERPO COMO EXPERIMENTO - LITERATURA COMO SALUD

Hay cuerpos que son atravesados como muñequitos de felpa y encarnan desconcertados devenires implacables, allí donde la voluntad nada sabe decir a tiempo, allí donde las respuestas son arrojadas a la cara antes de siquiera poder pronunciar las temblorosas preguntas. Devenires que en su irrupción violenta son acechados luego constantemente por palabras, elucubraciones, que intentan encastrarlos inútilmente en relaciones causa-efecto, 'si p entonces q', 'y no podría ser de otra manera debido a las determinaciones sociales-psicológicas-culturales'... nuevos órganos emergen como tumores alrededor de todo ese flujo deseante, lacerando la piel vieja que a cada paso se tensa, y las palabras van y vienen pegándose a los dulces fluidos como moscas.
Y en el centro de toda esta subjetividad rota, remendada, al final el juego es un abandonarse, la salud un dejarse andar esquizo, andar poeta, militante, andar actriz, enamoradx, andares tontx, malx, alegrx, angustiadx, andar simplemente andar, con los ojitos brillosos, con la risa,
en el vaivén susurrado por todos esxs dramaturgxs incautxs y adorables que saben más del cuerpo que el cuerpo mismo, ese cuerpo solo que nada sabe, que nada sabe...

Tarea para la casa (o la poesía bien entendida)

en la penumbra extensa del silencio

hacer que las entrañas hablen
hacerlas
reventar
contra la indiferencia transeúnte

que brote de las caras
el sebo brillante
de las frases
arrojadas

lograr que algunas lloren
se arrastren
llamen al péndulo con sus hijos encordados

(en algún momento estarán sobre ella)

gozar
hacer
palanca clavando la barreta entre pelo y pelo
diente y diente
nosotros/ellos

que resulte superficial
loar al universo
y sus vías
lecheras

cuando tenga la estrella en la palma

y comience a oír de sufragios

espantar al burgués
siendo un poco menos
burgués que él

por supuesto
caminarles sobre el rostro
andanadas
de aes! oes! úes!

porque una también se asquea
y llama al 107

entonces empieza a firmar
sus notas con nombre
fantasía

por si la poli
y la enfermera, y la enfermedad
y los carcamales

moderar
los impulsos acomodaticios
echar a las pajaruelas
poemas castos

(son los que muestro en la iglesia)

que hablan de miembro viril
de dios todopoderoso
sin necesidad de suplementos

combinar injurias
violar las reglas
matar a una discapacitada

de la risa
o qué creyeron?

recordar
mejores tiempos
cuando nos desaparecían
y comprábamos ropa en maiami

hacer todo
esto y
más
sin dejar de pensar
en sobras recalentadas
como recompensa
a la alegre manufactura

la poesía bien entendida
empieza por casa

no olvidar
treinta mil

uno.

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