No empecemos por aceptar la estafa
nunca hay que empezar diciendo no
no empecemos
por decir nunca
dicho esto, podemos sentarnos
tranquilamente a la mesa
sopesar diferentes puntos de vista
y mirarnos a los ojos
los ojos tras la puerta de urano
no digamos que el clima es inconstante
con suerte la ventana abierta
hará su parte deslizando más o menos pelo y sudor
por las frentes
entonces al empezar estaremos haciendo una afirmación
estridente y completa
aunque simplemente estemos diciendonos que no
mirándonos a los ojos
las bocas estiradas
por eso abramos de nuevo las ventanas
escupamos hacía abajo y no rindamos cuentas
la irregular mirada de la luna
hará su efecto
al dejarnos mudos
podemos finalmente danzar
con lo que no podemos escupido al viento,
la garganta liberada,
ni bien lleguemos a un acuerdo
en desatar una tormenta
sin pedir permiso.